Un pasado triste y doloroso puede hacernos creer que quienes somos y lo que tenemos es lo único que podremos llegar a ser o tener, pero esto no necesariamente es cierto, existe la posibilidad de desafiar al pasado y atreverse a crear un mejor futuro.
Y probablemente sea difícil y complejo poner de lado nuestro pasado para desde hoy preguntarse: ¿Quién me gustaría ser los próximos años? ¿Qué más hay para mí allá afuera? ¿Este que soy hoy, es todo lo que puedo ser?
Y no es quejarse o inconformarse, y mucho menos, ser malagradecido con el pasado ni con uno mismo con lo que ha podido ser y hacer, al final, bien o mal aquí estamos, pero ¿por qué no soñarnos más grandiosos de lo que ya somos? ¿Por qué no soñar una vida que disfrutemos más?
Cada pensamiento, cada acción, cada intensión, cada decisión en el pasado nos ha traído hasta aquí, ¿qué pensamiento, acción, intensión y decisión nos llevará a un mejor lugar de nosotros mismos?
Por opciones no paramos en este mundo en el que parece la vidriera de una dulcería, sin embargo esos dulces no se van a escoger ni a comer solos, necesitan de nuestra parte la acción.
¿Difícil? Puede ser. ¿Fácil? También puede ser, pero no lo sabrás si no lo sueñas, lo decides y te dispones a hacer cosas para alcanzar eso que puede ser mejor para ti.
Con frecuencia podemos limitarnos en el presente, y con ello limitar nuestro futuro, por lo sucedido en el pasado, y llegamos a tomar decisiones para esa persona que fuimos pero que quizás ya no somos y que tampoco queremos ya ser. Necesitamos reconocernos en el espejo personal de manera cotidiana para vernos crecer y cambiar día a día, y preguntarnos qué es lo que ahora necesitamos y para dónde queremos ir para estar mejor.
La pregunta que de adolescentes nos mortificaba respecto a ¿quién soy? y ¿qué quiero ser? Y que por la juventud e inexperiencia no tenía respuesta en ese momento y que probablemente sólo traía frustración, desesperación y bastante angustia, ahora que somos adultos y con un bagaje de experiencia detrás de nosotros, pueden ser la guía que nos impulse a buscar una mejor experiencia de nosotros mismos y de la vida. Preguntarme ahora ¿quién soy? ¿quién quiero seguir siendo? ¿qué me gustaría ser? Tal vez podría impulsarnos a tomar decisiones diferentes para encontrarnos distintos en espacios más productivos y nutritivos para nosotros.
Tal vez valdría la pena intentar desafiar al yo de ayer para tener un mejor yo futuro. ¿Te atreverías?