“No es lo que nos pasa sino lo que hacemos con ello”, “A pesar de todo mantén una buena actitud y una sonrisa”, “Siempre hay que ser positivos ante los embates de la vida” ¿Cuántas veces no se nos han presentado estas frases o similares y dependiendo del momento en el que nos encontremos podemos simpatizar con ellas o pensar “está difícil, no saben por la que estoy pasando, ¿cómo quieren que tenga buena actitud?” o “¿qué hay de positivo en esto que me está sucediendo?”.
Mantener una buena actitud ante los sinsabores de la vida requiere práctica constante en elegir en qué enfocarse justo en el momento en que sientes que la fuerza, la paciencia y la razón se te va; cambiar de perspectiva en el instante mismo en que sientes que el bufón te está cargando sobre sus espaldas, y eso sólo puede hacerse si se vive en el aquí y el ahora, con la conciencia plena de lo que está pasando, quién estás siendo en ese momento, lo que estás sintiendo e incluso observando lo que puedes y no hacer en ese momento.
Mantenerse positivo sin caer en el pensamiento mágico positivo, que ve todo color de rosa incluso aquello que por su naturaleza no podría serlo ni en una realidad alterna, puede ser una tarea que nos lleve desarrollar toda la vida, a algunos con mayor o menor dificultad, pero que vale la pena intentar, simplemente en beneficio propio. Mantener la calma, la sonrisa, la buena actitud y el pensamiento positivo es algo que puedes elegir y puedes trabajar en ello, todo el tiempo que lo desees.
Ser conscientes de nuestra respiración puede ser un buen primer paso para regresar a nuestro centro o permanecer en él cuando la cosa se pone dura, utilizar una frase que rompa con el ciclo vicioso de la queja o de la caída libre en el pesimismo puede ayudarnos de momento, sin embargo es fundamental fortalecer nuestra parte espiritual y buscar perspectivas alternas que nos amplíen el horizonte y nos den más espacio en el momento de los problemas.
Si a pesar de las circunstancias logras mantenerte abierto al aprendizaje, te haces preguntas que te permitan ir más allá de la problemática, si permaneces humilde para solicitar ayuda cuando lo necesitas, puedes mirar lo que sí tienes y no lo que te falta, e incluso puedes reírte de ti mismo, estarás dando pasos gigantes para salir de los hoyos de la vida.
Por el momento, cuando sientas que te vas a desbordar, detente y respira profundo, cierra los ojos, busca en tu cabeza esa canción que tanto te gusta (aquella que te hace sentir esperanzado o poderoso o con fuerza), mantente ahí unos segundos, si puedes unos minutos está bien, recuerda que todo pasa, y cualquier cosa que ahora esté sucediendo también lo hará.
Publicado en galuvi.com (junio 18, 2020)